Hay en la Comunidad Valenciana 111 cooperativas educativas (2500 alumnos). Los profesores son los dueños de esa empresa y son los encargados de tomar decisiones. Los trabajadores deciden qué tipo de escuela quieren hacer, pueden organizarse como quieran, pero tienen una limitación (el currículum de la etapa). Hay que demostrar al final de la etapa que los alumnos han conseguido los objetivos marcados por el currículum (los alumnos han de realizar un examen para garantizar que tienen el nivel que requiere la ley, que tienen los conocimientos que se requieren para dicha etapa).
Las cooperativas surgen en los años 70, tras venir de un régimen totalitario (modelo de escuela único, misma estructura de las escuelas, cerrado...). Al llegar la transición se pretende hacer algo diferente. Las cooperativas pueden ser solo de maestros o de maestros y de padres.
Los cooperativistas tienen una parte de la escuela, es de su propiedad, tienen que pagar. En ocasiones los padres también están dentro de las cooperativas y buscan los mismos objetivos que los maestros, trabajarían todos juntos.
En el proyecto educativo de centro aparece el ideario del centro. Este debe ser un documento público, en el que como padre, madre o profesores se pueda consultar para conocer el centro.
El modelo cooperativo de escuela me parece muy interesante. Da a los profesores y a los padres la libertad de orientar la enseñanza de la manera que ellos quieran, mediante el trabajo de todos y cada uno de los miembros que la componen. Así, estas escuelas agruparían a grupos de personas diferentes, pero que poseen una misma visión sobre la enseñanza.
Se fomenta el trabajo en equipo, ya que es necesaria la participación y consenso de todos, lo que puede ser un ejemplo de trabajo para los niños. Evidentemente se han de conseguir los objetivos fijados por la ley, pero la metodología utilizada para ello puede ser absolutamente innovadora y no tiene las limitaciones que pueda tener en el ámbito de una escuela pública.
En definitiva, me ha sorprendido este tipo de escuela y lo considero un buen lugar donde poder aportar muchas cosas nuevas y variar los métodos de enseñanza que se utilizan hasta la fecha.
Esta es nuestra escuela cooperativa "Hakuna Matata".
El modelo cooperativo de escuela me parece muy interesante. Da a los profesores y a los padres la libertad de orientar la enseñanza de la manera que ellos quieran, mediante el trabajo de todos y cada uno de los miembros que la componen. Así, estas escuelas agruparían a grupos de personas diferentes, pero que poseen una misma visión sobre la enseñanza.
Se fomenta el trabajo en equipo, ya que es necesaria la participación y consenso de todos, lo que puede ser un ejemplo de trabajo para los niños. Evidentemente se han de conseguir los objetivos fijados por la ley, pero la metodología utilizada para ello puede ser absolutamente innovadora y no tiene las limitaciones que pueda tener en el ámbito de una escuela pública.
En definitiva, me ha sorprendido este tipo de escuela y lo considero un buen lugar donde poder aportar muchas cosas nuevas y variar los métodos de enseñanza que se utilizan hasta la fecha.
Esta es nuestra escuela cooperativa "Hakuna Matata".
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